Por: Jesús Jiménez para ZOCALO
Saltillo, Coahuila.-
 Debido a su estratégica ubicación, a 70 kilómetros de la zona metropolitana de Monterrey y al pie de los ejes carreteros México-Piedras Negras y Mazatlán-Matamoros, la nueva Mega Central de Abastos que se construye a unos metros del Libramiento Norponiente ha despertado ya un gran interés de comerciantes de varios estados del país.

Así lo informó el empresario José Musa de León, quien expuso que “ya se ha acercado a nosotros gente de por lo menos 20 grandes negocios de Sonora, Sinaloa, Durango y Jalisco, interesados en adquirir bodegas para instalar su distribución para atender el enorme mercado que significan Monterrey y los municipios aledaños”.

Explicó que, hoy por hoy, es mucho más viable instalarse aquí que hacerlo en la capital de Nuevo León, lo que ha hecho mucho más viable a la Mega Central de Abastos para mayoristas en abarrotes, frutería y materias primas, que son los interesados en el proyecto, el cual en su primera etapa estará iniciando operaciones en diciembre próximo.

El empresario saltillense agregó que así como el enorme mercado de la zona metropolitana de Monterrey les resulta sumamente atractivo a mayoristas de otros estados, también es innegable que les llama la atención el crecimiento que presenta la Región Sureste de Coahuila, la cual demanda cada vez mayor cantidad de productos y servicios.

“Tenemos contemplado abrir la primera etapa a finales del presente año, con el primer complejo de 48 bodegas, cada una de las cuales cuenta con 470 metros cuadrados, en tres niveles: planta principal, sótano y mezzanine, con lo cual cada uno tendrá acceso al pasillo central para los clientes, y su propio acceso a las áreas de carga y descarga”, detalló.

La Mega Central de Abastos se ubica en la antigua carretera Saltillo-Monclova, apenas cruzando el Libramiento Norponiente, en una extensión total de 33 héctareas, y en su totalidad contará con siete complejos de 48 bodegas cada uno. El primero arrancará operaciones a finales de 2018, a poco más de tres años de iniciar los movimientos de tierras.

El ambicioso proyecto, en el que se invierten cerca de 600 millones de pesos, vendrá a colocar a la Región Sureste de Coahuila en otro nivel, y sobre todo será detonante de un mayor desarrollo porque no puede existir un avance sólido y sustentable sin la infraestructura necesaria.